La visita periódica al veterinario del gato

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Resumen

    Tu gato necesita atención diaria. Su cuidado debe ser regular y corresponder tanto a su atención como a su bienestar e higiene. Al mismo tiempo, nunca debe descuidar un viaje de regreso, ni siquiera uno rápido, a su veterinario. Este último realizará un examen completo. Una especie de chequeo imprescindible y tranquilizador.

    Tu gato no solo comparte su vida contigo. Otra persona de confianza interfiere. Este es su veterinario. Por ello, es fundamental optar por un profesional de la salud que pueda tranquilizarte y brindar la mejor atención a tu felino. No se debe consultar a un veterinario solo si existe un problema de salud grave . Al contrario, la mejor medicina es la prevención.

    La primera visita al veterinario

    Este es el punto de partida de las llamadas visitas periódicas . El primero es seguramente el más importante . Le permite a su veterinario vincularse con su animal. Mejor aún, le dará sus primeros auxilios. En particular, se encargará de vacunar a tu gato contra enfermedades graves y mortales . Una vacuna que se debe realizar a los 2 meses de vida, una vez que su gato haya sido destetado.

    Por tanto, se recomiendan 4 vacunas: leucosis, tifus, coriza y rabia. El costo varía en función del número de valencias elegidas. Las primeras visitas pueden resultar bastante caras hasta 160 €. No olvide el recordatorio de la vacunación primaria del mes siguiente, luego el recordatorio anual. Durante esta primera visita, su veterinario también tendrá que desparasitar a su gato contra todos los gusanos digestivos .

    La visita anual

    Permite anticipar la aparición de determinadas enfermedades potencialmente graves, e incluso detectarlas en el momento oportuno . Tu veterinario realizará un chequeo real de tu gato. Aprovechará, sobre todo, para realizar recordatorios de vacunas imprescindibles para evitar una muerte prematura.

    La visita puede durar varias decenas de minutos. Su gato será inspeccionado de la cabeza a los pies . Su veterinario realizará una inspección minuciosa del pelaje de su gato. Busca posibles parásitos externos , como piojos o pulgas . Es posible que le recete un antiparasitario para ponerlo en su gato para la prevención o el tratamiento. Este consejo también se puede dar en su primera visita al veterinario. Tratamientos regulares a aplicar para minimizar el riesgo de aparición de estos voluminosos animalitos.

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    Su veterinario también revisará las uñas , las orejas y los ojos de su gato, en busca de secreciones sospechosas . Observará su cavidad bucal por una posible infección . Si es necesario, podría hacerse un análisis de sangre para un análisis de sangre que descarte otras patologías subyacentes e invisibles. Obviamente, se solicitarán otros exámenes adicionales si es necesario. Se realizará una palpación en busca de tamaños en todo el cuerpo de tu gato.

    Se comprobará el peso de tu gato. Su veterinario podría recomendarle un reequilibrio de alimentos , en caso de sobrepeso u obesidad. También se analizará la frecuencia cardíaca y la verificación del comportamiento de su gato.

    La visita anual también es una oportunidad para hablar con su veterinario. No dudes en hacerle todas las preguntas que se te ocurran. Infórmale de los comentarios hechos durante el año pasado. Cada palabra puede ser un ahorro y puede permitir que el profesional de la salud conozca aún mejor a su compañero.

    ¿Otras visitas a realizar?

    Ante el menor problema de salud, no dude en acudir a su veterinario. Este último no solo está ahí para prevenir enfermedades , sino también, y sobre todo, para tratarlas . Cuanto mayor sea tu gato, más frágil será y podrá enfermarse más fácilmente. También se pueden desarrollar algunos tumores .

    A lo largo de su vida, también es posible castrar a su macho o esterilizar a su hembra. Esto puede prevenir algunos comportamientos cotidianos desagradables , especialmente durante el celo en el gato. Siga los consejos de su veterinario.

    En resumen

    La visita de control debe ser al menos anual. Te permite realizar los recordatorios de vacunación imprescindibles de tu felino. Estas visitas anuales son la mejor forma de detectar patologías silenciosas, antes de que se desarrollen más profundamente. Estas visitas no deben descuidarse para evitar imprevistos que en ocasiones pueden tener graves repercusiones.

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